Domingo de Resurreción

Día de fiesta y alegría después del recogimiento y el dolor: ¡Jesús ha resucitado! Venciendo a la muerte y al dolor, se ha cumplido su promesa. Y para expresar el júbilo de los creyentes, este día salen también sendas procesiones, con un carácter muy diferente al de los días anteriores.

En este día las solemnidades se inician durante la mañana, y suelen coincidir con los alegres días soleados de mediados o finales del verano. Bajo un sol resplandeciente, salen a la luz este día varias procesiones que resaltan a los personajes cuya participación ha sido más resaltante durante la pasión.

En la Catedral se encuentra EL CRISTO RESUCITADO, hermosa talla de cuerpo entero del siglo XVII en una alegre anda en forma de cono repleta de flores. Es de observar que si bien la escultura de Cristo es muy bella, es un tanto pequeña, y las flores del anda suelen cubrir su parte inferior, lo que la hace lucir aún más pequeña. Ganaría mucho si se dispusiera la decoración del anda de otra manera.

Del antiguo Monasterio de Nuestra Señora del Carmen de los barrios Altos, llega temprano en la mañana, la bella imagen de NUESTRA SEÑORA DE LA ALEGRÍA: imagen de vestir del siglo XVIII de bello rostro, ataviada de antiguos ropajes claros y ricos bordados, sobre una hermosa anda de plata, llega al atrio de la catedral para encontrarse con su hijo.

Y del templo de Santo Domingo, sale a este encuentro de gloria por la resurrección LA VENTUROSA SANTA MARÍA MAGDALENA, la fiel acompañante en el sufrimiento, la que nunca abandonó y tuvo el privilegio de ser la primera a quien Cristo Resucitado se manifestó. También se ha unido a este cortejo, SAN JUAN EVANGELISTA, el discípulo fiel que acompañó al pie de la Cruz.

En el atrio de la Catedral se produce un ir y venir de estas procesiones, escenificando la alegría por la resurrección. Luego ingresan todas a la Catedral para la solemne liturgia. Al terminar, recorren todas en procesión la Plaza Mayor de Lima, para luego retornar a sus templos.

Desde hace algunos años, se realiza en la Plaza Mayor de Lima, un CONCURSO DE ALFOMBRAS DE FLORES, las cuales son elaboradas por distintos colectivos de personas, barrios, empresas, etc. los cuales se esmeran por hacer una creativa versión de esta acendrada costumbre peruana. La Municipalidad Metropolitana de Lima realiza la evaluación y premia a las mejores y más representativas.

Así termina la SEMANA SANTA DE LIMA, expresión de fe del pueblo católico limeño pero también muestra de su cultura popular y de la supervivencia de sus costumbres, algunas de las cuales, tras un período de latencia, han resurgido, mientras otras siguen manteniéndose como testigos de la larga historia de nuestra histórica ciudad.