Jueves Santo

Este es uno de los días centrales de la Semana Mayor o Semana Santa, ya que se conmemora la Institución del Misterio de la Eucaristía en la última cena. En la tarde se celebra la misa solemne, terminada la cual, la hostia consagrada es trasladada, en medio de cánticos y homenaje, a un espacio del templo que ha sido especialmente arreglado, decorado y acondicionado: es el llamado “Monumento de Jueves Santo”.

En tiempos del virreinato, e incluso hasta mediados del siglo XX, estos monumentos eran una competencia de suntuosidad en plata labrada y joyería, ricos ornamentos, velas y flores; los cambios litúrgicos introducidos a partir del Concilio Vaticano II significaron una mayor sencillez. No obstante, dada la riqueza del arte que conservan los templos de la vieja Lima, se pueden ver aún importantes monumentos, que exhiben llamativas piezas de arte, y están ejecutados con buen gusto, a la vez que sin la excesiva pompa de antaño.

Es costumbre muy antigua, que terminada la misa los fieles devotos visiten siete monumentos de otras tantas iglesias, recordando los siete episodios de la Pasión de Jesús; deteniéndose en ellas a adorar al Santísimo Sacramento. En el Centro Histórico de Lima actual, esta costumbre adquiere características impresionantes por la masa de fieles que inunda los antiguos jirones, se apoderan de las calles por donde previamente se ha cerrado la circulación de automóviles, y visitan los templos que lucen abiertos e iluminados. Una curiosidad que se puede observar actualmente es que mucha gente porta el ramo de palma tejida que han usado el domingo previo, como para santificar este símbolo.

En muchos templos de Lima destaca la belleza de los monumentos, por la antigüedad de los ornamentos utilizados y el buen gusto en su disposición. En los conventos de monjas, destacan algunos bellos ornamentos, como el pelícano de plata del Monasterio de Santa Catalina, en otros algunas piezas de talla como ángeles turiferarios y antiguos candelabros.

Dada la cantidad de templos del Centro Histórico, se generan algunas “rutas” por la proximidad de los templos en diversos barrios, tales como la zona cercada al Templo de las Nazarenas, la zona de la Plaza Mayor con los grandes templos conventuales de Lima, los Barrios Altos con multitud de templos de monjas, o el barrio de “Abajo del Puente” o Rímac.